Friday, October 28, 2016

Candy Crush y estrategias de aprendizaje


Hace mucho que no juego al Candy Crush, soy más de Farm Heroes, y tengo que reconocer que no he probado el Pokemon Go, aunque ya se le están buscando aplicaciones educativas y debe ser interesante en ese sentido.

Mi reflexión de hoy hace referencia a lo que juegos de carácter repetitivo, como los de la King Saga (Candy Crush y similares), pueden decirnos sobre las estrategias de aprendizaje.

Si ponemos esta imagen:
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Nuestros alumnos y muchas personas podrían decirnos qué implicaciones tiene este tipo de bola en el juego.

Lo mismo sucede con otros elementos de este juego o del resto de la Saga. Y esto tiene lugar por motivación, pero también por repetición.

Cuando estamos interesados en algo, aprendemos más rápido, mejor, y además lo memorizamos a más largo plazo. Del mismo modo, si a esto añadimos una repetición constante, incluso obsesiva, en la que unos elementos se repiten de manera muy frecuente, la interiorización es sencilla.

Siguiendo la clasificación de Oxford de estrategias de aprendizaje, jugando estaríamos desarrollando e implementando estrategias indirectas sociales (interactuar y empatizar), afectivas (control de emociones, de ansiedad, estrés y ánimo general) y metacognitivas (evaluar el resultado para intentar mejorar, organizar trabajo o estrategia de juego). Del mismo modo, las estrategias directas estarían presentes, las cognitivas (que implican práctica, análisis y razonamiento), las compensatorias (de resolución de problemas e intuición de resultados), y las memorísticas (promovidas por la repetición).

En la actualidad se habla mucho de gamificación, pero, si en vez de realizar un aprendizaje basado en características de juegos, pudiésemos usar juegos directamente, podríamos estar dando un paso más. Preguntad a vuestros alumnos por el significado de los diferentes símbolos o representaciones que se pueden encontrar en el Candy Crush o juegos similares y luego plantearos si valdría la pena hacer algo parecido con otro contenido.

Sunday, October 23, 2016

Deberes no, homelearning sí



En una de mis clases, siempre dejo que los alumnos escojan entre tres vídeos, únicamente por sus títulos, y no sé por qué siempre escogen el mismo, What if students controlled their own learning, presentado por Peter Hutton (@Tempcol), director de Templestowe College. La verdad es que nunca me canso de verlo y siempre desde una nueva perspectiva. Sin duda alguna, la primera vez que lo ves, llama la atención que sea una escuela en la que los alumnos pueden escoger qué aprender y cuándo. Mirando un poco por Google, buscando el nombre del centro educativo, las noticias se multiplican alabando sus resultados y exponiendo la flexibilidad como centro de su metodología, un sistema en el que se pueden crear asignaturas nuevas cuando un alumno muestra interés por un tema en concreto. Quizás, un avance hacia la educación personalizada. Sin duda una metodología rompedora.

La semana pasada, en una clase, los alumnos volvieron a escoger su vídeo, como no podía ser de otro modo. Y de los quince minutos escasos de duración de la charla, me fijé en otro aspecto, cuando habla de homelearning para sustituir al homework de toda la vida. Es como un aprender en casa, en vez de trabajar en casa. El alumno escoge, tiene que justificar X horas de aprendizaje fuera del aula a la semana, pueden ser idiomas, deportes, mirar en internet un tema de clase en el que quiera profundizar o tareas de casa, entre infinitas posibilidades.

Y esto me ha hecho pensar en el debate actual de deberes sí o deberes no. Toda la vida hemos tenido deberes y no ha pasado nada. Como estudiante que he sido y como docente que soy, creo que los deberes no son malos, al contrario. Pero quizás lo que deberíamos variar es el contenido de los mismos y su concepción. Hagámoslo al estilo Templestowe: cuando trabajas en el negocio familiar, estás aprendiendo, cuando tienes un trabajo extra, estás aprendiendo, cuando vas al cine, estás aprendiendo, lo mismo si lees un libro, haces deporte o vas a clases. Como en Australia….

Ah claro, que esto no es Australia, estamos en la cuna de la picaresca, el país del Lazarillo…aquí muchas personas justificarían, sin preocuparse, las horas que pidiesen en el colegio. Se mentiría, se engañaría. Creo que hay que cambiar el concepto, pero ¿estamos preparados como sociedad para ese compromiso?

Sinceramente, creo que estamos en las Antípodas de ese cambio.

Sunday, October 16, 2016

Transmisión de valores y debate para aprender idiomas



Si estamos de acuerdo en que en los centros educativos no solo se debe enseñar, sino también educar, podemos pensar que es interesante no transmitir únicamente conocimientos, sino también una actitud crítica y unos ciertos valores.
Aunque esto último podría ser peligroso en determinados casos, hablamos, simplemente, de ciertos valores universales como respeto, empatía, evitación del racismo y de conductas tendentes al odio y aspectos similares.
En la actualidad, en una época inmersa en las nuevas tecnologías, se tiende a despertar la actitud crítica de nuestros alumnos, la capacidad de discernir la información, todo encaminado al ya manido aprender a aprender.
Además, también estamos en un auge de nuevas metodologías docentes, AICLE, trabajos por proyectos, gamificación o, incluso, centros donde se han eliminado las asignaturas, para dar lugar a un aprendizaje más global u holístico.

Tomando todo esto en consideración, simplemente me gustaría realizar una aportación al aprendizaje de idiomas basado en el debate. No es nada novedoso, o sí, está relacionado con el aprendizaje por proyectos. Tendríamos un tema, relacionado con un valor que queramos resaltar, por ejemplo el civismo o el respeto por la naturaleza o por nuestros mayores. Así, dependiendo de las edades y conocimientos de nuestros alumnos, se propondrán diferentes tareas, respondiendo a los diferentes estilos de aprendizaje y para tener en cuenta las diversas necesidades educativas.
Se puede empezar por una lectura relacionada, o una simple imagen, un programa de radio o un vídeo, ni siquiera todos los alumnos tendría por qué empezar del mismo modo. Se les puede mandar traer información  a clase o hacer una foto sobre el tema y explicarla. Sea como sea, todo debe conducir a un mismo punto, la creación de un debate, el último día, en el que cada uno exprese su punto de vista, en el que se genere controversia y sobresalga el respeto y la tolerancia por las ideas diferentes a las propias, así como el desarrollo de la capacidad de escuchar. Una clase en la que los alumnos hablen en una lengua extranjera o segunda lengua sin miedo y sin pensarlo, solamente comentando algo que les motive, eso es lo básico, consensuar un tema, que  a veces podrá ser transcendental y otras veces podrá estar disfrazado en la elección entre dos artistas de moda, por ejemplo.
Si queremos introducir las nuevas tecnologías, y dependiendo de la edad de nuestros alumnos, el debate también puede ser escrito, por twitter o a través de un blog, pero debemos controlar nuestra ansia de corrección cuando se trata de textos escritos, dejemos las correcciones para clases posteriores, dejemos que los alumnos se expresen libremente sin miedo a cometer errores.
El aprendizaje, de lenguas o de cualquier otra asignatura, debe implicar motivación y eso solo se conseguirá acercándonos a ellos. El debate está abierto.

Saturday, October 8, 2016

Joytube: aprende inglés jugando



La página que presento no es una novedad, la llevo usando en la universidad más de quince años, y aún así, no es demasiado conocida.
Se llama Joytube y, aunque está parada en cuanto a añadir más juegos, los que están aparecen activos.
El atractivo que tiene para los estudiantes, sobre todo, es que muchos de los juegos presentes son conocidos para los alumnos, el que más fama tiene, y que los propios alumnos me cuentan que juegan luego en su casa, es el que lleva título en castellano de: ¿Quién quiere ser millonario?
Los juegos incluyen música y resultan muy motivadores para nuestros alumnos.
La página incluye también muchos juegos de palabras, conocidos sobre todos y adaptados, de concursos estadounidenses.
Para los más pequeños o con menos nivel de inglés, podemos encontrar el denominado en España como juego de las cajas o juegos de carácter memorístico, además de los relacionados con películas y el mundo del espectáculo.
Todo lo que se pueda sacar y exprimir de cada juego y cómo se lleve a cabo depende del docente, de su imaginación y creatividad, incluyendo los propios títulos de los juegos, las instrucciones y el juego en sí mismo. Las posibilidades son infinitas.

Quizás no esté actualizado, pero puedo asegurar que los alumnos se sienten motivados, año tras año, y aprenden inglés divirtiéndose, la mejor manera posible.

Thursday, October 6, 2016

Reflexión sobre la docencia



Reflexión  sobre la docencia

Atendiendo hace unos días a la charla entre el, entonces, decano de la facultad de Educación, José Fernando Calderero, y César Bona, de gran interés para nosotros, docentes, me llamaron la atención unas palabras del profesor Bona, comentando que miramos mucho a Finlandia o Reino Unido y que, efectivamente tenemos mucho que aprender de ellos, pero que la innovación docente también está en España, lo que pasa, siguió diciendo, es que no se le da publicidad. Dice que lleva meses viajando por nuestra geografía, dando charlas por colegios y centros educativos y que ha encontrado profesionales muy motivados y muy innovadores de los que, desgraciadamente, no se sabe nada.

Al filo de lo anterior, llegó a mis manos la publicación de Fundación Telefónica llamada Viaje a la Escuela del Siglo XXI, escrito por Alfredo Hernando, en el que recoge su experiencia visitando los que él califica como “los centros más innovadores del mundo”. Entre ellos, hay varios centros españoles.
¿Qué podemos hacer para dar a conocer nuestra labor docente? ¿Dónde queda la docencia frente a la investigación? ¿Qué papel juega la docencia en el reconocimiento de los méritos de un docente para acreditaciones nacionales?
Deberían existir más métodos, más premios, más posibilidades de transmitir experiencias docentes innovadoras, publicarlas y compartirlas, y que fuesen oficialmente reconocidas igual que lo son otros aspectos de investigación. Si la organización que tiene la investigación, y sus baremos, se pudiese trasladar a la docencia, podríamos justificar los méritos objetivamente.
Pero la docencia, salvo en contextos virtuales en los que las clases son grabadas, se queda, desgraciadamente, entre cuatro paredes y solo el profesor y los alumnos disfrutan, o sufren lamentablemente, la vocación y la entrega que los profesores llevamos dentro, independientemente de la etapa educativa con la que estemos vinculados.